Novedades frescas, oiga, rico rico.

Como ustedes pueden ver, me pueden ver.



Vale, vale, je recommence.



Después de decenios sin aparecer por aquí ni dar señales de vida, vuelvo a dignarme a deleitarles a ustedes con mi elaborada prosa.



Vamos, que escribo otra vez.



(parece que estoy haciendo traducción automática de mi mismo, de un registro a otro)



Bueno, que para qué extenderme: ante el clamor popular (y socialista; izquierdaunidsta no se ha oído mucho) vuelvo a las andadas (menos mal que iba despacio -andando- si llego a ir corriendo, la frase hubiera sonado mucho peor...)





Vamos al grano (de trigo)



Nueva encuesta! Aviso: los resultados serán ampliamente ignorados por los grandes maestros de la sociología contemporánea, como Mercedes Milá (todo sociólogo que se precie tiene que mear en la ducha) y Rodolfo Chikilicuatre, los cuales no serán consultados a tal efecto.

No obstante, yo personalmente me comprometo firmemente si me da la gana a dar tres saltos a la pata coja a las 12:53 de día siguiente al fin de la encuesta si gana el SÍ, y si sale NO, me comprometo a enviar un urinario público como obra de arte a una exposición, o a, en su defecto, escribir un artículo sobre el arte conceptual... o sobre el arte en general, ya que estamos... y sobre el problema mente-cuerpo, la materia oscura, y el tratado de Lisboa, qué coño, que un día es un día.

Además, ya puesto a meterme en camisas de 11 (once) varas -aquí debería ir una foto de una camisa de once varas, pero me ha resultado imposible encontrarla tras una exhaustiva búsqueda por internet de 1 minuto de duración: no os preocupéis, ya me montaré un collage yo solito- decía, ya puesto a meterme en camisas de once varas, os aviso por la presente de la cercanía en el tiempo (y en el ciberespacio) de algún post de experimentación narrativa... o de narración a secas, que verá la luz (y si me pongo bravo, incluso tal vez vea la oscuridad) en los próximos días/meses/años.



Si os ha parecido surrealista este post (y queréis más) ahí os dejo algo bueno de verdad




Nota: Toda similitud con Alejandra y su bisturí es pura casualidad... o causalidad?