miércoles, abril 23, 2008

No fue idea mía, lo prometo. Así que no vengáis pidiéndome explicaciones: no me hago responsable de las patologías psiquiatricas sufridas tras disfrutar de esta obra maestra de la literatura.

Como todas las grandes obras maestras, fue escrita en un autobús. Un autobús lleno de adolescentes, para más señas. Estabamos de vuelta de todo, pero más concretamente de Valencia, como podéis apreciar en la imagen



Como todas las grandes obras, el autor no tenía ni idea de qué estaba hablando. En este caso, la cosa se vuelve aún más esquizofrénica: No solo cada autor no sabía de qué hablaba, sino que además cada autor no sabía de qué demonios hablaba el otro.


Como todas las grandes obras, esta sujeta a continuación. Temblad! (porque las continuaciones no suelen ser grandes obras)

Ah, ah, antes de que se me olvide. Está dividida en tres partes. Cada una la escribió uno de nosostros tres (Edu, Lucía y yo) sin hablar previamente con el otro, aunque leyendo lo que habían escrito los anteriores. Así que aquí viene la parte divertida: Adivinad cuál es la parte que he escrito yo. Las de Edu y Lucía, mejor se lo escribís en sus entradas sobre este tema: esta y ésta


Podría llamar a esta sección " Cuentos de Luciérnagas " o "Experimentos", pero no, prefiero llamarlo "Historias de autobús", porque sinceramente, tengo material de sobra para publicar varias historias bajo esa etiqueta.

Sin más paralelismos, os dejo con la cosa en sí (el noúmeno, vaya) O tal vez os dejo con la representación que vuestra propia mente haga de la cosa... Eso ya según vuestras preferencias filosóficas.



Estela



Se alejaba. Se moría lentamente. Mirando al horizonte (si es que tal cosa existe) consiguió intuir su forma cambiante en la lejanía. Parecía distinta, extraña, como si no fuera la misma que hace tan poco estaba junto a él. Como si el tiempo, o tal vez la distancia (o tal vez ambos: no se podía realizar un adecuado control de las variables) diluyeran su verdadero ser y lo modificaran.

Dejó de mirar atrás. Miró al frente.

Todo era confuso y sin puntos de referencia, aunque no hubiera sabido decir qué era todo. ¿Y? Así nunca moriría, era la angustia de lo ingrávido. Y lo comprendió: una putada. Esa mirada a lo desconocido, como con inocencia, la inocencia de los que han olvidado todo o todavía no tienen algo que olvidar, lo decidió todo.

– ¡No!

Rompió los espejos enfrentados, y supo que esa reminiscencia seguiría ahí, una estela a la que podría recurrir, pero en ese momento importaba más el vacío por llenar.

Cerró los ojos muy fuerte, esperó, viendo los trocitos de cristal roto a su alrededor, y los abrió muy poco a poco.

Oscuras gotas de sangre caliente se deslizaban perezosas a lo largo de lo que quedaba de cristal, e inconscientemente le recordaron a sí mismo: moviéndose entre dos paredes, la indecisión y el miedo, cada vez más cercanas entre sí a medida que se cernían sobre él impidiéndole respirar. Y también esas gotas, esos seres aparentemente inertes que pasaban por la fría superficie por un solo instante dejaban sus propias estelas; llegadas al abismo, una tras otra caían para dejar de formar parte de la homogeneidad del espejo roto. ¿Y acaso podía luchar él contra esa inercia que le empujaba hacia lo que nunca había visto? ¿Era tan distinto de ellas?

Caería por el cristal, sí, lo sabía. Pero sobre él quedaría algo, una marca, una mancha, una estela.

Lo colorearía.

5 comentarios:

EloraDana dijo...

Por este orden: Alex, Edu y Lucía. Lo he descubierto con mi método hipotético-deductivo infalible.

Asylum dijo...

Jejeje ehh Alejandra es buena, verdad?

Pero... Tan evidentes somos?? jajajajaja

En fin... esto, como todo el mundo sabe, es lo típico que a cualquier adolescente se le ocurriría hacer en el autobús cuando vuelve de una excursión a Valencia, ¿o no?

xD

Ciao!!

Khris dijo...

Muy buena, Elora!

Alex, copiota! Yo puse primero lo de historias de autobús, eso que lo sepa todo el mundo! Vaaale, te lo cedo. ¡Mierda! ¡Ahora tengo que retirar lo de copiota!

Y si no hice un mejor introducción fue porque no tenía tiempo y fui corriendo a colgarlo para que lo tuviéseis Asylum y tú cuanto antes!

Aaaah! Me odio! (sobre todo por poner tantas admiraciones y no poner la primeraaaaaaaa!!!!!!!).

¡¡¡¡¡¡¡¡¡ (<-- Ariba España!!!!! [mierda, se me volvieron a olvidar las admiraciones ESPAÑOLAS!!! {esto va en honor de El Gran Wyoming (y del corcho de mi aula en el que pone EXACTAMENTE eso: ariba españa)}]).

Ains, paréntesis, cómo os he echado de menos!

EloraDana dijo...

a mi voto en la encuesta añado: esperemos

EloraDana dijo...

abandonaste?